Los niños y niñas ven o escuchan las noticias muchas veces al día a través de la televisión, radio, periódicos, revistas e Internet. Ver y escuchar sobre hechos nacionales y mundiales, como desastres naturales, eventos catastróficos o delitos, puede hacer que los niños experimenten estrés, ansiedad y temor.
A eso se suma que también ha habido cambios en la manera en que se informan las noticias, aumentando así la posibilidad de que los niños experimenten efectos negativos. Estas modificaciones en la manera de informar incluyen:
- Sitios web y canales de TV que informan las noticias las 24 horas del día.
- Canales de televisión que transmiten eventos en vivo a medida que se desarrollan, es decir, en «tiempo real».
- Mayor información sobre los detalles de la vida privada de figuras públicas y modelos a seguir.
- Presión para hacer llegar noticias al público como parte de la competencia por rating que existe entre los canales.
- Cobertura visual y auditiva detallada y repetitiva de desastres naturales y hechos violentos.
Si bien existe una clasificación de los programas televisivos que advierten a los padres sobre la violencia y el sexo en ciertos contenidos televisivos, esto no existe en los noticieros. Las investigaciones han demostrado que los niños y adolescentes tienden a imitar lo que ven y escuchan en las noticias. La exposición crónica y persistente a dicha violencia puede provocar miedo, insensibilización y en algunos niños y niñas, un aumento de los comportamientos agresivos y violentos. Los estudios también muestran que los medios de comunicación no siempre muestran con exactitud ciertos hechos. Los adultos sabemos que existe cierta manipulación mediática que depende de muchos factores.
Por ejemplo, las estadísticas pueden señalar de una disminución en la incidencia de delitos, sin embargo, la información sobre este tipo de hechos en las noticias aumenta en un 240%. A menudo los programas de noticias nacionales comienzan o interrumpen la programación para contar hechos delictuales y dedican hasta un 30% del tiempo de transmisión a informes detallados sobre delitos.
¿Qué podemos hacer lo adultos?
Los posibles efectos negativos de las noticias pueden reducirse si los padres, profesores u otros adultos ven las noticias con los niños y hablan acerca de lo que se ha visto o escuchado. La edad, la madurez, el nivel de desarrollo, las experiencias de vida y las vulnerabilidades de los pequeños deben guiar la cantidad y el tipo de noticias que ven. Los expertos recomiendan que los niños recién vean noticias desde los siete años en adelante.
Las pautas para que minimices los efectos negativos de ver las noticias incluyen que:
- Controles la cantidad de tiempo que tu hijo ve programas de noticias.
- Asegúrate de tener el tiempo adecuado y un lugar tranquilo para conversar si anticipas que la noticia será preocupante o molesta para tu hijo.
- Mira las noticias con tu pequeño(a).
- Pregúntale qué ha escuchado y qué preguntas tiene acerca de lo que vio.
- Dale tranquilidad con palabras simples, enfatizando que tú estarás allí para mantenerlo a salvo.
- Busca señales de que la noticia pudo haber desencadenado miedos o ansiedades, como problemas para dormir, miedos persistentes, mojar la cama, llorar o hablar de tener miedo.
Como padres y madres debemos recordar que es importante hablar con nuestros hijos pequeños y también los adolescentes, sobre lo que han visto o escuchado. Esto permitirá disminuir los posibles efectos negativos de las noticias y discutirlas desde sus propias ideas y valores. Si bien los niños no pueden estar completamente protegidos de los hechos externos, nosotros como padres podemos ayudarlos a sentirse seguros y a comprender mejor el mundo que los rodea.
Ojo también con las noticias falsas, ya que los niños, al igual que los adultos, están teniendo serias dificultades para diferenciar entre las noticias que son reales y las que son “de mentira”. La idea es que aprendas tú primero a ser cuidadoso con lo que publicas, compartes y comentas, ya que de esta manera estarás siendo un filtro activo para tus hijos y al mismo tiempo, en la medida del grado de madurez de ellos, podrás enseñarle cómo diferenciar las noticias verdaderas de las falsas.