Es bueno que te preocupes por los hábitos alimenticios de tu hijo. Con ese fin, los expertos ofrecen consejos para ayudarte en esta tarea algo complicada
Construir una relación saludable con la comida es un largo viaje que comienza cuando somos pequeños. Es importante que sepas que la obesidad infantil aumentó durante la pandemia. Por esa razón, aquí hay algunos consejos para promover una mentalidad positiva en los hábitos alimenticios de tu pequeño/a.
Índice de Contenidos
1.Deja de presionar con el típico: ¡quiero ver ese plato limpio!
Si bien lograr que tu hijo/a coma sus verduras es con frecuencia una batalla complicada, muchos expertos sugieren adoptar un enfoque neutral a la hora de comer para ayudar a los niños a sacar sus propias conclusiones sobre los alimentos que están comiendo.
Mantén un ambiente positivo alrededor de la comida y trata de deshacerte de la presión o el castigo, la recompensa o las tácticas de negociación que aplicamos muchos papás y mamás.
Las imposiciones como el comer todo lo que hay en el plato, por ejemplo, tienden a extinguir la capacidad de un niño para que aprenda a gustarle la comida. Limitan sus gustos porque no se le permite explorar lo que le gusta y lo que no.
2.Conversa sobre la comida
En lugar de negociaciones o peleas en la mesa sobre alimentos saludables, los padres y madres debemos abrir, desde el principio, un canal de comunicación con nuestros hijos para de esa manera establecer una dinámica y conversación positiva sobre de la comida.
Quizá una buena idea sea fomentar, desde la infancia, la intuición de tu pequeño/a con respecto al hambre. Por ejemplo, los bebés amamantados llorarán cuando quieran leche, se van a agarrar al pezón para alimentarse y se detendrán cuando se sientan llenos. Cuando se impone la idea de comer hasta dejar el plato vacío, algunos niños se resistirán, pero otros obedecerán para complacer a sus padres. Al hacer esto último, en realidad acostumbran a sus cuerpos a requerir más alimentos cuando ya no los necesitan o a depender de indicadores externos de cuánto o cuándo comer. Estos hábitos pueden impedir que un niño escuche sus señales internas que le dicen cuándo está satisfecho, lo que puede complicar su relación con la comida.
3.Ofrece una variedad de alimentos en la semana
La variedad es muy importante para un apetito que se está expandiendo.
Los niños son bastante buenos para comer solos cuando se les presentan varias opciones y además, están en un ambiente agradable. Eso los ayuda a experimentar, disfrutar la comida y con el tiempo, a desarrollar una dieta más amplia.
Acepta el desafío de alimentar a los chiquillos/as quisquillosos ofreciéndoles una variedad de alimentos, sabores y texturas en cada comida. Cuanto más ven cierta verdura o carne en la mesa, ese alimento se vuelve más familiar para él o ella y le causará curiosidad probarlo.
También es una buena idea intentar ser creativo si es que tienes tiempo. No le des solo brócoli como ensalada. También intenta, por ejemplo, con sopa de brócoli, brócoli con salsa, brócoli asado, salteado. ¡Ah! y también intenta presentar los alimentos de una forma divertida. La comida también entra por los ojos.
4.LLeva a los niños a la cocina
Hacer que los niños se unan a la preparación de una comida, incluso si es tan simple como revolver una mezcla o agregar un ingrediente, puede ser un acción importante. Cocinar puede ser una excelente herramienta de exploración porque les permite a los niños conocer los alimentos. Esta experiencia compartida, a su vez, puede crear una relación positiva con la comida, ya que se sentirán orgullosos porque han participado de la preparación de sus propios alimentos.
Si bien cocinar no es para todos los niños, para aquellos que muestran interés y quieren ensuciarse las manos, esta vivencia puede hacer que cocinar para uno mismo y para los demás sea un valor importante cuando estén más grandes.
5. Acuérdate de dar el ejemplo
Al igual que con cualquier aspecto de la crianza de los hijos, dar el ejemplo puede ser el factor crucial para inculcar una sana relación con la comida. Los padres y madres debemos tomarnos un tiempo para reflexionar sobre nuestros propios hábitos alimenticios.
En los adultos las costumbres poco saludables pueden dificultar que los niños acepten una buena relación con la comida. Los padres debemos actuar como una buena influencia a la hora de comer, arriesgarnos con los alimentos que queremos que coma nuestro hijo/a, disfrutar de las comidas y seguir una dieta equilibrada.
Igual recuerda que una comidita chatarra muy de vez en cuando nunca será un pecado. Pero de verdad preocúpate de crearle hábitos alimenticios saludables a tus hijos. Después nos cuentas
¿Cómo te va en tus intentos para que tus hijos coman bien? ¿Podrías agregar otro consejo?