Olvida los días en que gastabas mucho dinero en regalos de Navidad. Mantén bajo control ese impulso de comprar y céntrate en lo que de verdad importa.
Lo ideal es ser un consumidor consciente todas las épocas del año, pero más aún en la temporada navideña. Las tentaciones son enormes, pero hay que intentar controlarlas. Enséñales esta filosofía de vida también a tu hijo(a)