Si pensamos en verano, de inmediato imaginamos la playa, descansar en la arena y nadar. Otros prefieren las piscinas. Pero, debemos tomar precauciones.
La psicóloga laboral Lissette Domínguez, directora de Reclutamiento y Selección de la empresa de recursos humanos SOS Group, señala que de todas maneras, a pesar del fastidioso coronavirus, debes tener tus merecidas vacaciones de verano. Puedes optar por tomarlas en tu casa o quizá, con estas altas temperaturas prefieras ir a la piscina o a la playa. En este caso, te indicamos cómo mantenerte a salvo de contagios.
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Las tres principales reglas a tener en cuenta
Las actividades al aire libre están asociadas con un menor riesgo de transmisión de COVID-19 en comparación con las actividades en espacios cerrados. Dicho esto, sean cuales sean tus planes, aplica estas tres reglas de oro:
- Quédate en casa si está enfermo. No hagas vida social. Permanece aislado. Incluso al aire libre, una persona enferma puede transmitir coronavirus a muchas personas. Hazte una prueba de COVID-19
- Mantén la higiene de manos.
- Respeta la distancia física con los demás.
Si vas a una piscina
El mar es menos riesgoso que ir a la piscina, porque hay más movimiento de agua y un alto nivel de dilución del virus. Por lo tanto, acude a las piscinas públicas con cierto grado de precaución. Las que están instaladas al aire libre son menos riesgosas que las piscinas cubiertas debido al mayor flujo de aire.
Elige el momento adecuado para ir. El riesgo de transmisión disminuye con menos personas, así es que trata de ir en horas menos ocupadas. Por la mañana, es probable que el agua de la piscina haya tenido tiempo de estar bien filtrada y clorada durante la noche y no mucha gente haya nadado en ella ese día.
El riesgo de transmisión, aunque bajo, también dependería de qué tan clorada esté la piscina y cuándo se realizó esta limpieza.
En teoría, si alguien es portador del virus y sale algo de mucosidad de la boca a la piscina, puede pasar un cierto período de tiempo antes de que el cloro inactive cualquier virus de esa mucosidad. Si entras al agua antes de que el virus se inactive entonces posiblemente sea un poco más arriesgado y corras peligro de contagiarte.
¿Y en la playa?
En primer lugar, elige una playa más tranquila. El tiempo extra que se necesita para investigar y viajar a una playa más lejana puede ser una molestia, pero es menos riesgoso ( y más agradable) que ir a una playa repleta de gente.
Considera manejar o andar en bicicleta hasta la playa (si es posible) en lugar de tomar el transporte público. Si usas este último, opta por una hora del día que sea de baja concurrencia y recuerda usar siempre tu mascarilla.
Cuando llegues, coloca las toallas en un lugar de la arena al menos a 1,5 m de distancia de los demás. Si se puede más, mejor.
Al entrar a nadar, si hay mucha gente, pasa unos cinco minutos en el agua. Luego sal un poco. Vuelve a entrar por otros cinco, para no tener un contacto prolongado con otra persona. Si estás en una fila para comprar un helado o te sientas a comer algo, recuerda también mantener la distancia social. Si vas a hacer un picnic junto a la playa, no compartas utensilios ni potes de comida.
Por supuesto, todos estos principios generales también se aplican a otros lugares como ríos y lagos. Recuerda que el MINSAL también dio a conocer recomendaciones al respecto.
Independientemente de lo que hayas planificado este verano, piense en los riesgos que existen en tu ciudad y en lo que puedes hacer para minimizarlos.
Y tú ¿ qué piensas hacer este verano? ¿Te animas a ir a una piscina o prefieres quedarte en la casa? ¿Qué otras medidas crees que se deben tomar en la playa y piscina? Te leemos en los comentarios.