Ambas son técnicas avaladas por los expertos para cambiar las conductas inapropiadas de los niños. Incluso se pueden aplicar de manera efectiva también con adultos.
Seguro que nadie te explicó como ser papá o mamá, así es que muchas veces te ves enfrentado a situaciones que no puedes manejar de la mejor forma, pero en la actualidad existe mucha ayuda en las redes sociales que te ayudará en esta tarea, como esta, en donde te explicamos una eficaz técnica para cambiar las conductas indeseables de tu hijo(a): tiempo de silencio y tiempo fuera.
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Qué son el tiempo de silencio y el tiempo fuera
Ambos son estrategias que pueden ayudarte a manejar el comportamiento desafiante de tu hijo(a). Implican apartarlos de las actividades y no prestarles atención durante un período corto de tiempo.
El tiempo tranquilo y el tiempo fuera pueden orientar a los niños para que tengan una mejor conducta. Incluso los niños pequeños pueden entender que cuando se portan mal, pierden la oportunidad de estar cerca de otras personas y actividades interesantes por un corto tiempo.
Si quieres, esta estrategia la puedes complementar con la “técnica del reloj”.
Diferencias entre ambos tiempos
El tiempo de silencio es cuando apartas a tu hijo de la situación, pero no del lugar. Funciona bien estando fuera de la casa. Por ejemplo, si estás en el parque, puedes sentarte con tu hijo bajo un árbol cercano durante cinco minutos. Esto permite que él o ella se calme lejos de otras personas.
El tiempo fuera es cuando llevas a tu pequeño a otro lugar del que tú y tu hijo han hablado de antemano. Suele ser un lugar seguro y aburrido, sin juguetes ni juegos. Por ejemplo, podría ser una pieza desocupada o un pasillo.
Cómo manejar estos tiempos
A continuación, te explicamos cómo hacer tiempo de silencio y tiempo fuera:
- En un momento tranquilo, explícale a tu hijo qué es el tiempo tranquilo o el tiempo fuera, y qué acciones que él o ella haga conducirán a “esos tiempos”.
- Cuando suceda esa conducta, dale a tu hijo la oportunidad de cambiar su comportamiento advirtiéndole lo que pasará si persiste en portarse mal.
- Cumple con el tiempo de silencio o el tiempo fuera. Explícale que tú manejarás la duración de esos tiempos.
- Evita hablar con tu hijo o mirarlo mientras dure el tiempo de tranquilidad o el tiempo fuera.
- Empieza de nuevo de cero cuando termine este tiempo. Evita recordarle a tu chico(a) lo que hizo mal.
Consejos para que estos tiempos funcionen
El tiempo de silencio y el tiempo fuera deben ser breves y de acuerdo a la edad de tu hijo(a).
Un minuto por año de edad, hasta un máximo de cinco. Si son demasiado largos, él podría olvidar de qué se trata y sentirse resentido. Por ejemplo:
- Tres minutos máximo para niños de tres años
- Cuatro minutos máximo para niños de cuatro años
- Cinco minutos máximo para niños de 5 a 8 años.
Mantén la calma
Si permaneces tranquilo, es más probable que tu hijo también lo haga. Si te sientes molesto o estresado, intenta hacer una pausa y respirar profundo antes de actuar.
Concéntrate en las normas familiares de convivencia
Es bueno explicarle que ha roto una regla familiar. Por ejemplo: «Golpear a la gente no está bien en nuestra familia». Esto funciona mejor que decirle que ha sido un mal niño.
Cambia una conducta a la vez
Elige un comportamiento para cambiar primero. Cuando este ya no es un problema, puedes enfocarte en otra conducta indeseable que quieras modificar.
Sé constante
El tiempo de silencio y el tiempo fuera funcionan mejor cuando tu hijo sabe qué esperar. Así que es asegúrate de aplicarlos cuando aparezcan los comportamientos desafiantes. Di que lo harás y hazlo.
Si tiene pareja, es importante que ambos utilicen el tiempo de tranquilidad o el tiempo fuera de la misma manera para la misma conducta. También puedes comentarlo con los profesores y cuidadores de tu pequeño(a)
¿Y qué pasa si tiene un comportamiento desafiante en momentos de tranquilidad o tiempo fuera?
Si tu hijo discute o grita, recuérdale que el tiempo en silencio o el tiempo fuera comienza cuando está calmado. Si tiene problemas para tranquilizarse, primero puedes ayudarlo a que lo haga. Vuelve a intentarlo. Puedes repetir la razón de por qué estás aplicando ese tipo de tiempo.
¿Y si la estrategia no funciona?
Aquí hay algunas cosas que puede probar si el tiempo fuera y el tiempo de silencio no ayudan con el cambio de conducta:
- Modifica algunas acciones. Por ejemplo, si tu hijo se porta mal cuando está cansado, haz las compras después de que haya tomado una siesta por la tarde.
- Distráelo . Poner una cara graciosa o mostrarle algo interesante a menudo puede cambiar el comportamiento de un niño pequeño sin la necesidad de un momento de tranquilidad o tiempo fuera.
- Indícale bien claro las consecuencias si no cumple con este tiempo.
- Si la conducta desafiante de tu hijo te supera, pide ayuda a un profesional.
Recuerda que debes ser constante en la aplicación de estos tiempos ya que solo de esa forma lograrás cambios en las conductas negativas de tu hijo o hija. Nos gustaría que nos contaras si ya usas esta estrategia o quizás otra que puedas compartir con nosotros. Te leemos en los comentarios.