Puede parecer algo abrumador para cualquier papá o mamá, pero en realidad solo responde al escaso manejo de maneras de pedir las cosas. Ármate de paciencia.
Los niños pueden ser muy exigentes, en especial cuando son más chicos. Y nosotros como adultos tenemos algunas formas típicas para responder:
“¡No me hables así!’, “No grites”. De esa forma intentamos detener ese comportamiento exigente, dándoles una lección o castigándolos para que nos hablen de manera más respetuosa. En otras palabras, estamos tratando de que sean amables hablándoles casi en su mismo tono.
Es agobiante que tus hijos te griten o te exijan cosas, pero la verdad es que ellos recién están aprendiendo a expresar sus necesidades y debemos ayudarlos con eso, no castigarlos. Aquí hay algunas soluciones más útiles y respetuosas para hacer frente a esas «demandas».
Cómo lidiar con un niño exigente
- Fíjate en lo que pide
Algo simple que puedes hacer es decirle que lo escuchas e identificar su necesidad. ¡Tráeme comida! significa “tengo hambre”. “Ándate» significa «Necesito algo de espacio». «Tómame en brazos» podría significar «Me siento inseguro». Cuando le repites la necesidad “oculta” en su exigencia, le ayudas a expresar sus necesidades de una manera más asertiva. Po ejemplo: “Debes tener mucha hambre para gritar de esa forma”.
- Asume que tiene una buena intención
Cuando escuchamos una demanda, a menudo sacamos conclusiones precipitadas. Podríamos pensar que los niños son groseros y son malcriados. Pero cuidado, porque como vemos a los niños es cómo llegan a verse a sí mismos, convirtiéndose en una profecía autocumplida.
En cambio, asume siempre que tu hijo/a tiene una intención positiva. Por ejemplo: “No esperaba que gritaras tan fuerte. Me asustaste. Debes haber querido que supiera que tenías mucha hambre ”, en respuesta a tu hijo/a que te grita pidiendo comida. Así le demuestras que lo entiendes, que sabes que no estaba siendo groseros y, al mismo tiempo, le ayudas a que se vuelve más consciente de sus acciones.
- Dale la información que necesita
A veces, las demandas se originan por la falta de información. A menudo, los niños quieren que uno haga cosas por ellos, pero muchas veces solo necesitan más datos. Por ejemplo: saber dónde está el cereal. No es práctico, útil ni agradable que tu hagas todo por ellos. Enséñales independencia.
Después de que él o ella reconozca su necesidad, debería ser capaz de hacer las cosas por sí mismo.
- Ayúdalo/a a resolver sus propios problemas.
Puede pasar que hiciste todo lo anterior y todavía escuchas una demanda. Tal vez eso signifique que estabas equivocado/a acerca de la necesidad “oculta” y lo que realmente necesita es un poco de empatía. Entonces sé empático, satisface su necesidad. Luego habla y resuelve el problema cuando ambos estén tranquilos.
Trátalo/a como te gustaría que te trataran. Ese ejemplo es muy poderoso. Con amor y consideración, aprenderán cómo se siente ser tratado con amabilidad. Ten fe y vuelva a intentarlo la próxima vez.
- Enséñale a tener paciencia
Esto es algo muy importante. Primero debes enseñarle qué es la paciencia, sobre todo si es aún muy pequeño. Luego debes explicarle la importancia que tiene el saber esperar. Un consejo: mantén la calma. En caso contrario, estarías siendo inconsecuente con lo que están intentando inculcar.
No tomes estas demandas como algo personal. Estas no se refieren a ti. No significa que hayas fallado, ni que tu hijo sea grosero e ingrato. Tu pequeño/a se siente abrumado y está aprendiendo a comunicar sus necesidades. Enséñale cómo manejar esas situaciones.
¿Tienes un hijo o hija así de exigente?¿Cómo has manejado sus requerimientos?
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