Todos los niños nacen con la capacidad de sentir emociones, pero se les hace imposible expresarlas con palabras. Es por esa razón que arman pataletas, tienen comportamientos confusos o se niegan a comunicar lo que sienten.
Tu hijo o hija puede estar triste por diversos motivos: perdió un juguete, peleó con un amigo o vio una película triste, se equivocó al hacer algo, no pudo hacer lo que quería, te extrañó y miles de razones más que para ti pueden parecer superficiales.
Quizás pueda estar abrumad@ por un motivo aún más grande y duradero, como una separación familiar, perder a un ser querido o cambiarse de colegio.
Y otras veces, ni siquiera estás seguro de por qué está triste, pero notas que en los últimos días, ha estado deprimid@.
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¿Qué puedes hacer para ayudarlo?
Como papá o mamá, ver a tu hijo triste puede causar que tú también te pongas mal. Tal vez ni siquiera sepas qué decir, porque una palabra incorrecta puede empeorar la situación.
Lo más importante es que tu niño o niña aprenda a tener una relación saludable con sus sentimientos y que sepa cómo lidiar con ellos.
Si conoces o no el motivo de su tristeza, puedes ayudarl@ tomando en cuenta los siguientes tips:
1. No minimices lo que siente
Primero, debes tener en cuenta que lo que a nosotros nos puede parecer tonto puede ser una verdadera tristeza para nuestros hijos.
Por ejemplo: perder su dibujo favorito.
Hacer a un lado la pena de tu hijo lo hace sentir poco importante, como si sus sentimientos no fueran tan válidos como los de otra persona.
Reconoce su aflicción sin juzgarla. Esto ayuda a que construyas una relación de confianza, donde él o ella podrá contarte cosas «insignificantes» sabiendo que será tomad@ en cuenta. Incluso, agradécele por contarte cómo se siente.
2. Clasifica el sentimiento
Las palabras tienen poderes, ya que el el sencillo acto de etiquetar los sentimientos puede ayudar a tu hijo a manejar esta emoción.
Es posible que no pueda explicar la impresión de sentir que su corazón se aprieta, o el deseo de estar solo en lugar de hacer cosas divertidas. Entonces ahí etiquetamos: «parece que te sientes triste».
Al clasificar los sentimientos, comprenderá que no lo definen como persona, sino que el sentirse así es algo pasajero.
Otro beneficio de etiquetar sentimientos, es que al hacerlo le estarás demostrando que lo amas sin importar cómo esté.
3. Explícale que la tristeza es normal.
Hazle entender que todos, incluido tú, se sienten tristes por muchas razones . Cuanto más expliques lo común que es la tristeza, se sentirá aislad@ y sol@. Sí, es un sentimiento difícil, pero uno que todos experimentamos.
Dale ejemplos de cuando tú estás así. No solo sabrá que todos nos sentimos tristes de vez en cuando, sino que lo hacemos durante toda nuestra vida y que así como tú y los demás lo superan, ella o él también puede hacerlo.
4. Recuerde a su niño triste que el sentimiento pasará
Cuando nos sentimos tristes, puede parecer que nunca terminará. Hasta sentimos molestias físicas como el estómago apretado o los músculos tensos.
Pero, como todos los sentimientos, la tristeza pasará y recuérdale que se sentirá feliz nuevamente. Explícale que las emociones son como las estaciones del año que van y vienen, ya sean felices o difíciles.
5. No apresures a tu hijo para que se sienta feliz pronto
Uno de los mayores errores de crianza que cometemos es tratar de sacar de su estado a un niño triste. Es comprensible: no queremos que se sientan deprimidos.
Evita sacar a tu hijo de su tristeza con distracciones u obligándolo a que cambie su estado de ánimo.Sí puedes aliviar su pena si les das espacio para procesar y experimentar sus emociones. A pesar de lo difícil que es verlo así, son estos momentos los que pueden enseñarle mucho, siempre y cuando le des la oportunidad de aprender de ellos.
6. Ofrece maneras de aliviar su tristeza.
Si bien no debes apresurar a tu hij@ para que supere pronto su tristeza, puedes brindarle opciones para aliviarlo o aliviarla.
Dale un abrazo. Tranquilízalo con besos y palabras. Escucha sin juzgar y evita menospreciar los motivos por los que llora.
Luego, una vez que está un poco más calmado, dale sugerencias sobre diferentes formas de tolerar la tristeza, como preguntarle, por ejemplo, si quiere hablar sobre eso.
Y anímalo a encontrar placeres simples, como hablar sobre lo deliciosa que estará la comida o que verán una película juntos. Si bien esto no tiene como objetivo borrar o descartar su tristeza, los placeres simples pueden recordarle que la vida también tiene alegrías y buenos momentos.
Una buena forma de abordar ciertos temas con los niños, es viendo una película. Te sugerimos ver Intensa-mente, donde los protagonistas son cinco emociones: miedo, desagrado, alegría, ira y tristeza, que viven en el interior de una niña llamada Riley. Estas compiten por tomar el control de sus acciones cuando ella se traslada, junto a su familia, a vivir a San Francisco. La adaptación será difícil.
Está disponible en Netflix.
¿Y tú qué haces cuando tu hij@ está triste?