Los estudios científicos demuestran que hay muchos beneficios para la salud física, emocional y mental asociados con realizar actos de bondad.
Eso lo tienen muy claro en una escuela finlandesa, donde sus alumnos deben hacer “tareas de amabilidad” cada día. Incluso deben llevar un registro de lo que hacen y describir cómo se sienten.
A medida que las mentes y los cuerpos crecen, queda muy claro que los niños necesitan dosis de generosidad para evolucionar como humanos sanos, felices y completos.
Patty O’Grady, experta en neurociencia, aprendizaje emocional y psicología positiva, es especialista en educación. Ella señala que la bondad cambia el cerebro. Los niños y los jóvenes no la aprenden solo con pensar y hablar de ella. La bondad se aprende mejor practicándola.
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Beneficios de hacer actos de bondad en las escuelas
Se ha informado de una gran cantidad de beneficios que brinda la enseñanza de la bondad en las escuelas. A continuación te mostramos los más importantes.
Disminuye la violencia
Los expertos creen que el acoso y la violencia de los adolescentes se pueden enfrentar con programas escolares que integren la bondad en sus planes de estudio. La mayoría de los proyectos tradicionales contra el acoso escolar se enfocan en las consecuencias negativas que causa esta conducta.
Pero si a los estudiantes se les enseña a ser bondadosos y compasivos, se fomenta una comportamiento positivo que se verá reflejado en la amistad que ellos generen. Entonces, promover la bondad es clave para reducir el acoso escolar y crear entornos escolares cálidos e inclusivos.
Niños felices y cariñosos
Las sensaciones positivas que experimentamos al ser amables con otras personas son producidas por las endorfinas. Estas activan áreas del cerebro que están asociadas con el placer, la conexión social y la confianza. Se ha demostrado que estos sentimientos de alegría son contagiosos y promueven un comportamiento más amable. Los actos de bondad nos ayudan a establecer lazos con otras personas que son un factor importante para aumentar la felicidad.
Menos depresión
El Dr. Wayne Dyer, psicólogo de renombre internacional, explica que un acto de bondad aumenta los niveles de serotonina, una sustancia química natural responsable de mejorar el estado de ánimo. Este aumento de la felicidad se produce no solo en el que da y recibe ese acto de bondad, sino que también en cualquiera que lo presencia.
Mayor sentido de pertenencia y más autoestima
Los estudios demuestran que las personas experimentan una mejoría en el ánimo cuando hacen una buena acción. Esta avalancha de endorfinas crea una sensación duradera de orgullo, bienestar y pertenencia. Incluso los pequeños actos de bondad aumentan nuestra energía, la sensación de bienestar y nos hacen sentir optimistas.
Mejores resultados y capacidad de concentración
La amabilidad es un ingrediente importante que ayuda a los niños a sentirse bien consigo mismos. La serotonina que producimos cuando realizamos actos bondadosos estimula el aprendizaje, la memoria, el estado de ánimo, el sueño, la salud y la digestión. Los chicos y chicas con una mentalidad positiva tienen mayor capacidad de atención, más disposición para aprender e ideas más creativas para mejorar los resultados en la escuela.
Mayor aceptación de los compañeros
La investigación sobre la conducta social de los adolescentes determinó que ser amable aumenta la popularidad y nuestra capacidad para generar conexiones afectivas con otras personas. Ser querido es un factor importante en la felicidad de los niños. Los expertos advirtieron que a través de las buenas acciones se logró una mayor aceptación de los niños por parte de sus compañeros . En las aulas en las que se practican comportamientos inclusivos se detectaron también mejores índices de salud mental.
Aumento de la gratitud
Cuando los niños son parte de actividades que ayudan a otros menos afortunados que ellos, se vuelven conscientes de su propia buena suerte. Ser generoso les ayuda a apreciar lo que tienen, les hace sentir útiles y fomenta la empatía.
Mejor salud y menos estrés
Hay una serie de beneficios para la salud física y mental que se pueden lograr siendo amable. Estas acciones desencadenan la liberación de la hormona oxitocina, que puede aumentar el nivel de felicidad de una persona y reducir los niveles de estrés. También protege el corazón al disminuir la presión arterial.
Ha quedado bastante claro entonces que la educación actual debe abarcar más que solo lo académico, ya que las “tareas para el alma” también deben tomarse muy en serio para así educar seres humanos integrales y completos.