Con tantas preocupaciones diarias es probable que solo veas la conducta de tu hijo, pero ¿sabes qué emoción está detrás de lo que observas?
Con frecuencia estás ocupado con tu trabajo o con otros compromisos. Eso te permite ver solo el comportamiento que tiene tu hijo(a) pero no advertir las emociones que hay detrás.
Cuidar su salud mental puede parecer agobiante, pero considera que todo gira en torno al amor y la atención que le des. Eso, sumado a unos unos simples consejos para contener a tu pequeño(a) pueden crear un entorno ideal en el que se sienta más cómodo(a) hablando de sus emociones, incluso desde chico.
Índice de Contenidos
1. Sé abierto
Desde muy chicos, los niños y las niñas están en una búsqueda permanente de conocimiento y experimentan emociones de todo tipo. Una comunicación transparente y fluida es una herramienta infalible en el desarrollo de un niño fuerte y sólido en sus creencias. Sé honesto y abierto con él. Cuéntale tus cosas (de acuerdo a la edad que tienen), esta actitud debería animarlo a abrirse contigo.
2. Dale muestras de amor
A algunos padres y madres les preocupa que ser demasiados cariñosos pueda hacer que su hijo o hija se sienta demasiado abrumado. Pero en realidad le ayuda a sentirse seguro y puede aumentar su autoestima.
Así es que dale muchos abrazos, dile que lo amas y recuérdale lo importante que es para ti. No temas mostrarle todo el amor que sientes.
3. Entrégale de tu tiempo
Después de un loco día de trabajo, es posible que no desees nada más que desconectarte viendo televisión. Pero es poco probable que tu hijo hable contigo si tú pareces desinteresado o distraído en tus asuntos. Trata de reservar un tiempo en el que tu pequeño(a) reciba toda tu atención. Pregúntale sobre su día y cómo se siente. Recuerda darle tiempo para responder.
4. No minimices sus sentimientos
Los niños pequeños tienen rabietas y los adolescentes pueden estar de mal humor, pero clasificar todos esos arrebatos o silencios malhumorados como “parte de una etapa” podría impedir que detectes otros problemas.
Sé sensible a las conductas de tu hijo. Si está muy callado, retraído o se está portando mal, debe haber razones más profundas.
5. Elimina los dispositivos
Las tecnologías se han infiltrado en muchos ámbitos de la vida de los niños hoy en día, pero el uso excesivo de ellos puede dañar sus habilidades sociales. Los padres y madres deberían convertir en una prioridad reducir la interacción niño-computadora o celular. Dales tú el mejor ejemplo dejando de lado tu celular o computador en ciertas horas del día.
6. Meditemos juntos
Si bien puede parecer que la meditación y la atención plena son temas de adultos, estas prácticas también pueden beneficiar a toda la familia, en especial a los niños sometidos a la presión de la vida actual.
Busca un espacio tranquilo, anima a tu hijo o hija a concentrarse en respiraciones lentas y profundas y así poder disfrutar de un poco de tranquilidad y conexión emocional en familia.
Si repasamos todos estos consejos para cuidar las emociones de tu pequeño(a) te darás cuenta que todo pasa por darles grandes dosis de amor y atención. Solo de esta forma nos aseguramos que tendremos hijos seguros de sí mismos y “los miedos morirán de hambre” porque nadie los va a alimentar.
¿Qué haces tú para cuidar las emociones de tus hijos?
¿Cómo los ayudas?
Te leemos en los comentarios.