Las palabras «miedo» y «respeto» van de la mano en la mente de muchas personas. De hecho, confundir estos dos conceptos es el error número uno que vemos que los padres y madres cometen, razón por la cual enseñarles la diferencia entre la crianza basada en el miedo y la centrada en el respeto es una de las formas principales para asegurar una relación sana con tu pequeño(a).
Entonces, ¿Cuál es la diferencia?
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Miedo v/s respeto
En pocas palabras, el miedo se fuerza, mientras que el respeto se gana. Existe una idea cultural falsa de que si los niños temen a sus padres, el respeto vendrá naturalmente. Es cierto que los niños pueden cumplir con el comportamiento deseado si tienen miedo, pero si tu hijo te teme, es mucho menos probable que acuda a ti en busca de ayuda cuando necesite orientación, consejo o asistencia a medida que crezca y desarrolle más autonomía.
El respeto se gana
Sabemos que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Si bien moldear a un niño o niña a través del miedo puede ser la forma más fácil de alentar o desalentar una conducta, ese camino es peligroso. Elegir ganarse el respeto de tu hijo para fomentar las buenas decisiones y el buen comportamiento es la mejor manera de forjar lazos duraderos y brindarles las herramientas para manejar sus emociones y su vida.
Como madre o padre, eres el centro de todo el universo de tu hijo. Los niños aman a sus padres y confían en ellos. Ganarse y mantener el respeto es tan simple como cumplir tus promesas y recordar que él también es una persona. Ella o él experimenta las mismas emociones que tú, como miedo, confusión, tristeza, ira y alegría. La única diferencia es que tu hijo o hija aún no está equipado con las herramientas para manejar estas emociones. ¡Ahí es donde entras tú! Poco a poco, enséñale que el respeto es la base para cualquier interacción humana.
Tu hijo debe ser escuchado
Un enfoque basado en el miedo solo ve una conducta externa en los niños y responde con una táctica efectiva, pero dañina. Una relación centrada en el respeto toma en consideración al niño en su totalidad. Respetar no solo significa tomar en cuenta conductas observables, lo principal es que debes escuchar a tu niño y preguntarte que hay detrás de ese comportamiento. Este enfoque también reconoce que los sentimientos de un niño son válidos, importantes y necesitan orientación en forma de límites, amabilidad y modelado de comportamiento positivo.
Una relación padre-hijo a largo plazo
La diferencia entre la crianza basada en el miedo y la basada en el respeto es la diferencia en su relación con tu hijo. ¿A dónde pedirá ayuda cuando enfrente dificultades en la vida? Él o ella buscará orientación donde se sienta escuchado. Por otro lado, es más probable que los niños que temen a sus padres repriman sus miedos y preocupaciones y se metan en problemas.Dicho de otra manera. Los adultos tenemos muchos tipos diferentes de relaciones. Por ejemplo, piensa en la diferencia que hay entre tener un jefe al que temes y un jefe al que respetes. Intenta recordar que tu hijo es pequeño, pero es una persona. No caigas en la idea de igualar el miedo con el respeto cuando se trata de criar hijos. Conoce bien la diferencia y ponla en acción.