Hay una famosa saga de películas ochenteras donde Freddy Krueger se aparecía en sueños… Si a los grandes nos asustan las pesadillas, imagínate a un niño/a.
Las pesadillas en los niños son sueños aterradores o espantosos que generalmente los despiertan. Estos sueños suelen ocurrir en el último tercio de la noche, cuando tenemos un sueño de movimientos oculares más rápidos (REM). Pueden involucrar miedo o ansiedad y otras emociones como ira, tristeza, vergüenza o disgusto.
Para los niños, pueden parecen muy reales y les provocan problemas para volver a dormir después. Algunos incluso quieren evitar la hora de acostarse para no tener estos sueños perturbadores.
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¿Qué niños tienen más probabilidades de tener pesadillas?
La mayoría de los pequeños experimentan al menos una cada cierto tiempo. Las pesadillas crónicas o recurrentes ocurren con menos frecuencia.
Pueden ocurrir a cualquier edad, pero en general comienzan entre los 3 y los 6 años y disminuyen desde los 10 años. Después de los 12 años, las niñas tienen más probabilidades de tenerlas.
Los tipos de estas difieren según la etapa de desarrollo. Es probable que los niños más pequeños las tengan sobre la posibilidad de que los separen de sus cuidadores o sobre un monstruo. Los niños mayores sufren pesadillas relacionadas con películas de terror o factores estresantes que se avecinan, como comenzar una nueva escuela.
¿Qué causan estos malos sueños en los niños?
Se desconoce la causa exacta de estos sueños perturbadores. Son más probables cuando los niños están demasiado cansados, tienen estrés o cuando han experimentado eventos traumáticos. Algunos medicamentos también pueden causarlos.
¿Qué puedes hacer para ayudar a tu hijo/a con las pesadillas?
Los tips a seguir para reducir la probabilidad de que su hijo las tenga incluyen:
- Asegúrate de que duerman lo suficiente. Los niños a menudo necesitan dormir una cantidad de horas de acuerdo a su edad. De esa manera es posible reducir el número y la intensidad de las pesadillas.
- Mantén la rutina de la hora de acostarse. De 30 a 60 minutos antes de acostarse evita que tu hijo vea películas o programas de televisión de miedo, ni lea cuentos aterradores.
- Habla de la pesadilla durante el día. Investiga para ver si hay un tema específico en las pesadillas, en especial si ocurren con frecuencia. Los sueños pueden ser sobre la escuela, preocuparse por la familia u otros problemas que los molestan. Identifica los factores estresantes en la vida de tu hijo o hija y habla sobre ellos.
- Consuela y tranquiliza a tu hijo. Este es un momento en el que los abrazos son más necesarios que nunca. Quédate con tu pequeño durante un corto período de tiempo después de la pesadilla.
Otros consejos:
- Anima a tu hijo a que se vuelva a dormir en su propia cama. No les des atención en exceso. Pero deja que se acurruque con su juguete de peluche favorito o con su manta favorita durante el resto de la noche.
- Evita mantener encendidas las luces en el dormitorio, pero una luz nocturna suave puede brindarle comodidad.
- Considera dejar la puerta del dormitorio abierta para mostrarle a tu hijo/a que la casa es segura y que tú estarás cerca.
- Busca la manera de que superen juntos estos malos sueños.Juntos, tú y tu hijo pueden encontrar formas creativas de superar las pesadillas. Léele historias sobre cómo superar los miedos nocturnos. Haz dibujos de pesadillas, luego rómpelos y tíralos como gesto simbólico. Cualquiera que sea la solución creativa que creas que puede funcionar, valdrá la pena probarla.
¿Tu hijo ha tenido pesadillas? ¿Cómo lo ayudas en estos casos?
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