La adicción a tu dispositivo puede estar afectándote de muchas formas. Pero lejos, lo peor es que descuides a tus hijos por estar pegado a tu dispositivo
Los niños pequeños están muy en sintonía con la atención de sus padres. Dependen de esta para su supervivencia, desarrollo social y emocional. Varias investigaciones recientes muestran el daño que los papás y mamás pueden hacer cuando están físicamente presentes, pero distraídos porque están pendientes de sus celulares.
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Un pequeño test para ti
Puede parecer un cuestionario muy simple, pero te puede ayudar a saber a quién le estás más prestando más atención ¿Te animas a responder con sinceridad?
Compromiso: ¿Estás prestando real atención a tu hijo? ¿Escuchas lo que te dice o cuenta? ¿Ves lo que te está mostrando? ¿Aprovechas las oportunidades para compartir conversaciones y experiencias?
Distracción: ¿Son predecibles tus rutinas? ¿Atiendes a tu hijo la primera vez que te pide ayuda? ¿Puede contar contigo para que le pongas atención cuando sea necesario?
Las interacciones cara a cara son la principal forma en que los niños aprenden. Al observarnos, profundizan en cómo mantener una conversación y leer las expresiones faciales de otras personas. Y si eso no sucede, ellos y ellas se pierden importantes momentos de su desarrollo emocional.
Puntos importantes a tener en cuenta
Es probable que los niños se porten mal cuando los papás usan su teléfono celular, ya que se esforzarán por llamar la atención.
Cuando nos enfocamos en nuestro dispositivo antes que en nuestros hijos, puede haber consecuencias emocionales para ellos, ya que el mensaje que les estamos enviando es que hay cosas más importantes que ponerles atención a ellos.
Esto es lo que puedes hacer:
- Controla el uso de tu propio dispositivo. Sé consciente de cuánto lo estás revisando mientras estás con tus hijos.
- Delimita áreas y momentos sin celulares en tu hogar y vida, como la hora de comer, mientras vas manejando o antes de irse a dormir.
- Enséñales a tus hijos a que te toquen en el brazo u hombro cuando quieran tu atención para que aprendan una manera adecuada de solicitarla.
Algunas ideas para desprenderte del celular
Puedes probar desintoxicarte de tu teléfono inteligente por algunos días, meses o quizá para siempre. Aquí te damos algunas ideas:
- Deja de lado todas las llamadas y notificaciones que no son urgentes.
- Pon en silencio tu celular por algunas horas, en especial cuando estás con tu familia.
- Usa el celular cuando tus hijos ya no necesiten tu atención durante el día.
- Cuando estás en la casa, déjalo guardado o lejos de ti por algunas horas.
- Atrévete a dejarlo en la casa cuando salgas con tu hijo/a
No hay duda de que los teléfonos inteligentes crean valiosas oportunidades para la conexión social. Pero algo aquí no está funcionando. Los papás no estamos siendo conscientes de lo que nos estamos perdiendo por estar tan hipnotizados en nuestro celular.
Dejamos de lado momentos únicos como jugar con nuestros hijos, conversar, compartir con ellos el poco tiempo libre que tenemos en el día, contarles un cuento a la hora de irse a la cama o algo tan simple como mirarlo a los ojos mientras te está hablando. Porque eso también hemos dejado de hacerlo.
A propósito ¿Y cómo andas tu con el uso del celular? Te leemos en los comentarios.